Hasta hace poco se pensaba que cada uno de nosotros recogía un juego de cromosomas de nuestro padre y otro de parte nuestra madre y que de su combinación surgía nuestra peculiaridad única. Hoy en cambio, sabemos que la información genética es sólo una pequeña parte del misterio de los genes y la herencia humana.¿Cómo es esto?
El ADN contiene nuestra información genética y cualquier cambio medioambiental afecta la forma de actuar de los genes. Estos cambios no sólo nos afectan a nosotros, sino también a nuestros hijos y nietos.
La influencia del medio ambiente en los genes tiene que ver con el estilo de vida que llevamos: la dieta, el cariño familiar, el tabaco, los estímulos intelectuales, la higiene, los fármacos etc. Esta interacción entre la información genética y el medio-ambiente la estudia la epigenética. La epigenética explica la acción del estilo de vida sobre los genes.
Además, el organismo tiene sistemas de auto‐curación que protegen la información genética. Cuando estos sistemas están debilitados, o están limitados por alguna circunstancia emocional o del ambiente (muerte cercana, perder el trabajo, una separación, estar expuesto a una situación estresante etc), nos podemos enfermar.
La Osteopatía, con el trabajo manual, ayuda a que todos los sistemas de reparación, auto-curación y auto-regulación que posee el organismo estén vitales y activos para mantener nuestra buena salud. El organismo busca naturalmente el equilibrio, por eso es importante ayudarlo en la tarea, cuidándonos y siendo conscientes de cómo vivimos nuestra vida.
Lo que hacemos, no termina en nosotros, tenemos una enorme responsabilidad de pensar en los que vienen detrás. Existimos como una especie más en este Planeta y somos guardianes de nuestro genoma: nuestro tesoro ancestral que contiene la información de quienes somos.
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